• Residenciales: Utilizados en viviendas para distribuir la energía a diferentes circuitos internos.
• Comerciales: Empleados en edificios y locales comerciales para administrar el suministro eléctrico de múltiples equipos.
• Industriales: Diseñados para soportar mayores cargas eléctricas y alojar dispositivos de control avanzados.
• Autosoportados y de empotrar: Según su instalación, pueden ser independientes o empotrarse en muros.

Características:

• Fabricados en materiales como acero, policarbonato o fibra de vidrio.
• Diseñados para diferentes niveles de protección (IP y NEMA).
• Incorporan dispositivos como breakers, contactores y medidores de energía.

Aplicaciones:

• Distribución de energía en casas, edificios y fábricas.
• Protección y control de circuitos eléctricos.
• Automatización y monitoreo en sistemas industriales.

Ventajas:

• Garantizan la seguridad y organización de los sistemas eléctricos.
• Protegen contra sobrecargas y cortocircuitos.
• Facilitan el mantenimiento y expansión de la red eléctrica.